Partiendo llenos de esperanza y de alegría
P. Francis de Melo, S.J., Provincial de Mumbay
P. Francis de Melo, S.J., Provincial de Mumbay
Terminamos hoy (día 6 de marzo) los decretos escritos una y otra vez, discutidos en sus mínimos detalles y finalmente aprobados. Y una lista de “sugerencias” presentadas al P. General para la puesta en práctica por los medios de gobierno ordinario de su cargo.
Estos dos meses – iniciamos el 7 de enero y hemos terminado hoy, 6 de marzo – fueron agotadores, buscando entender el nuevo camino que se pedia de nosotros jesuitas en un mundo “marcado por profundos cambios”, y de colocarlo en palabras esequibles a las diferentes visiones, distintas culturas y experiencias.
Estas son algunas ideas claves que surgieron en nuestros decretos. Nos vemos de forma nueva en el decreto sobre nuestra identidad, Un Fuego que Enciende otros Fuegos: Redescubiendo nuestro Carisma, que retoma nuestra historia de jesuitas especialmente en sus fuentes, trayendo de vuelta la experiencia que pone al jesuita, muy sencillamente, con Cristo, en el corazón del mundo (Cf. NC 246, 4º; 223 §§ 3-4). La image central es de jesuitas entrando, con Cristo que ofrece agua viva (Cf. Juán 4,10-15) en un mundo confuso al constatar que el milagro de la vida y las oportunidades de la tecnología se transforman en un estilo de vida que no satishace, árido y asesino.
La globalización ha sido un telón de fondo importante en nuestra nueva visión de la cultura global nueva, del inmenso número de personas para las cuales ella traye amargura en tanto ofrece grandes oportunidades para muchos otros. Como lo dice el decreto “Desafíos para nuestra Misión Hoy: enviados para las Fronteras”, “nuestro compromiso con los pobres nos llama a ver el mundo desde la perspectiva de los pobres y marginados, actuando con y por ellos”. Nos llama a usar las nuevas tecnologías de comunicación, que tienen un tremendo impacto sobre todos nosotros, y “en la cambiante cultura post-moderna caminar con los jóvenes, aprendiendo de su generosidad y compasión, ayudandolos a crescer superando su fraglidad y fragmentación para una integración de sus vidas con Dios y con los demás”.
El decreto “Colaboración en el corazón de la Misión” presenta nuestro modo de trabajar con muchos que escogieron no solo de trabajar con nosotros sino también compartir nuestro sentido de misión. Esto nos desafía a compartir posiciones de liderazgo con estos colaboradores – sean laicos, religiosos o diocesanos, cristianos o de otras tradiciones – y de desarrollar oportunidades y estructuras para su formación para que conozcan el espíritu jesuita, nuestra historia y nuestra opción de misión.
El espíritu de hacer siempre más de lo esperado es visto en el decreto sobre la Obediencia, que presenta la obediencia jesuita como un modo de proceder, a ejemplo de San Ignacio, en el que el jesuita ejerce la creatividad en el cumplimiento de su misión, tal como él lo ve requerido por las circunstancias, llegando más allá de lo que se ha pedido, en el verdadero espíritu del magis.
Las “sugerencias” presentadas al Padre General para nuevas acciones abarcan temas como ecología, juventud, pueblo emigrante, comunicaciones modernas, el apostolado intelectual, etc.
Esta mañana, como una conclusión, cuatro electores presentaron sus sentimientos orantes de lo que han experimentado. Se notaba la clara percepción de que nosotros partimos llenos de esperanza y de alegría. Compartimos el sentimiento de una feliz realización, pues aun sabiendo que lo que hemos dicho no es perfecto, ciertamente dice mucho sobre dónde Dios llama hoy a nuestra Compañía.
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